Revolcadores, Cañada de la Cruz, Los Odres, La Rogativa, Inazares
La zona más occidental de Moratalla, tierra fronteriza desde antiguo. es hoy el límite provincial con Granada y Albacete. Ancestrales vías pecuarias nos introducen en un territorio cántico plagado de simas, diaclasas y dolinas que han moldeado la máxima altura de la Región de Murcia: el pico de Los Obispos. Con sus 2014 msnm, domina un territorio agreste entre cuyos principales pobladores se encuentran la cabra montés. el águila real y el buitre leonado; y que cuenta con ecosistemas bien conservados que propician una enorme biodiversidad faunistica y botánica, pudiendo observarse especies tan espectaculares como la gayuba o las paeonias. El hombre también dejo su impronta en forma de arte parietal, y diversos restos arqueológicos se diseminan por el paisaje. El Santuario de La Rogativa, punto de interés religioso, la Fuente de Los Almetes. el viñedo más alto de Europa. en Inazares, o curiosidades locales 1:0,113 la cabra blanca celtibérica, son parte de unos bellos paisajes que, sin duda, dejarán profunda huella en todo aquel que los visite.
El Sabinar, El Calar de la Santa
Paisajes convertidos en museos: monumentos botánicos como la sabina albar, pinacotecas al aire libre repletas de Me Rupestre de estilo levantino y esquemático; cuadrillas de animeros que, desde tiempo inmemorial. son podadoras del folclore y la cultura local. Y agua, tan escasa en la Región, y que aquí corre libremente en multitud de fuentes y arroyos, caracterizando el paisaje y dotándolo del único río de montaña de la Región: el Alhárabe. Discreto en su nacimiento en El Sabinar, va tomando cuerpo en su canino por el valle, adornándose de retazos de bosques galería que tiñen de colores ocres el Campo de San Juan durante el otoño… y una de las escasas salinas de interior, las del cortijo del Salero del Zacatín, vestigio de recursos pasados de estas tierras, que han permanecido en activo casi hasta nuestros días. Son las tierras altas de Moratalla, donde el quebrantahuesos sobrevuela los campos de lavanda. en busca constante de alimento.
Campo San Juan, Zaén, Bajil, La Risca
Una mágica Geologia domina los paisajes del Campo de San Juan. El devenir del Estrecho Norbético propició espacios como El Lanchar, las Cuevas de Zaén, el paleokarst del Rincón de Los Huertos, el Santuario Ibérico de la Nariz… Son por si mismos centros de interpretación natural, donde descubrir elementos de interés geológico nacional y europeo. La naturaleza, omnipresente en Moratalla. juega con las estaciones, y es aqui donde el paisaje se torna en acuarela cambiante con el paso de las estaciones: la nieve del invierno, el verde de la primavera, el dorado verano y el colorista otoño. modifican el aspecto de los campos cerealistas y de lavandas en un mosaico gigante de imágenes únicas. Agosto es por excelencia el mes de las esencias, el aire se satura con los perfumes de la destilación. Cuevas, cenajos y cerros testigo que sirvieron de hogar a antiguos pobladores, nos muestran secretos llegados a nosotros a través del tiempo… el mismo que transcurre lento en el interior de Carrascal de Saja. donde las ‘macoyás’ rompen el suelo calizo, y los petirrojos el relajante silencio.
Benizar, Otos, Mazuza, Casa Requena
Dos moles calizas a modo de oráculo mitológico flanquean el Cordel de Hellín a su llegada a Benizar. Como una monumental puerta, abren paso a la historia escrita en sus cenajos; una suerte de manuscrito lítico que conserva petroglifos, arte rupestre, construcciones y pasos entre el suelo y el cielo, y, en lo más alto, el Castillo de Benizar, en equilibrio imposible. La herencia del periodo musulmán se hace latente, tanto en algunos de los rincones de la villa, como en los restos de infraestructuras hidráulicas y los topónimos: Benizar, Mazuza, Otos… aquí no es difícil sentir la historia. ya que aún sigue presente. El Rincón de las Cuevas. joya medioambiental del municipio, conserva una alta biodiversidad botánica y faunistica, en un frágil equilibrio con el que debemos ser respetuosos. Cerca de Otos y Mazuza, y en el milagro de la primavera. tiene lugar una espectacular floración de los campos de almendros, que llenan el aire de olor a miel, otro de los frutos de la tierra, que, junto con la viña, forman parte de los productos que podremos degustar en este bello paraje.
Salmerón, Rio Segura
Constituye el área más desconocida y sorprendente del territorio moratallero. Su historia geológica y cultural se forja entre el fuego y el agua, durante el Mioceno Superior, cuando la zona se vela afectada por fenómenos de vulcanismo que dieron lugar al Volcán de Salmerón, de incalculable valor científico por su rareza mundial. También el azufre forma aquí parte de la historia, puesto que fue explotado desde época romana hasta 1960, corno lo atestiguan los hornos que aún resisten el paso del tiempo, y el banjo minero de Trina. con sus exiguas cuevas excavadas en roca y donde la carretera corta una atractiva formación de travertinos. Y, por supuesto, el río Segura, caudaloso, que ha permitido que el hombre domestique sus aguas: azudes, acequias, norias y el cultivo del arroz llenan de color sus fértiles orillas. Completando la belleza y la singularidad de este ecosistema fluvial. restos de bosque galería y explotaciones de chopos, y Las Juntas, punto en el que recibe a su principal afluente, el río Mundo.